En esta leyenda hay dos protagonistas: Omar y Abdalá, amigos y ambos alarifes mudéjares a los que les encargaron la construcción de dos torres de este estilo, el primero se encargaría de la torre de San Martín y el segundo de la del Salvador.
Un día vieron a una preciosa muchacha llamada Zoraida y así pasaron de ser amigos a enemigos ya que después de hablar con el padre de ésta, les propuso que quién acabase antes su torre, recibiría la mano de su hija.
De este modo los dos jóvenes trabajaban día y noche para conseguir terminar antes hasta que Omar anunció que había terminado su obra.
Todo el mundo estaba expectante para poder verla y cuando se quitaron los andamios para poder contemplarla totalmente se observaba que la torre estaba algo inclinada. Seguidamente el muchacho subió a lo alto de la torre y se tiró.
Días más tarde Abdalá terminó su torre y recibió la mano de Zoraida, poniendo fin a esta historia.
En las imágenes inferiores primero se muestra la torre de San Martín y después la del Salvador.
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